martes, abril 22, 2008

Ni Don Juan ni Juanito

Y nunca mejor dicho: ni el que se cree el eterno conquistador que hace lo imposible por enamorarte para poder hacer otra muesca en la culata (o en el culete, vaya Usted a saber), ni el pobre desgraciado que se cuelga irremisiblemente y lo tienes ya a las 7 de la mañana esperándote en el Messenger (con el mal despertar que una tiene). Al primero, que si tras sus ímprobos esfuerzos, no le demuestras que has caido en sus garras y que te mueres por sus huesos, le da un ataque de amnesia; el segundo, que te va pisando los talones por la discoteca de manera que si te paras de golpe, le das un hostión con el cogote en toda la napia. Señores!!!!!! Esto no es serio!!!!!!!!!!!!!!!!

A ver: ¿No hay término medio? ¿Alguien normalito? La voz al otro lado del teléfono (masculina, para más señas) contesta: “NO”. Así, rotundamente. Vamos mal. ¿Los raritos son Ellos o soy yo? Una voz al otro lado de la cama (no haya dudas de que era masculina) contesta: “TÚ”. Vamos peor. ¿De verdad soy rara? “SI” (insiste, el energúmeno, aprovechando que estoy con la guardia baja). Pos güeno. Pos me da igual. Es lo que hay, y que me quiten lo bailao. No desisto, que conste!